¿ESCRIBIMOS ALGUNA CARTA DE AMOR POR SAN VALENTÍN? Mª JESÚS ROMERO, PROFESORA DEL IES DE GEOGRAFÍA E HISTORIA, NOS MUESTRA LAS CARTAS DE AMOR DE PERSONAJES HISTÓRICOS: NAPOLEÓN, KARL MARX, CHURCHILL O FRIDA KAHLO

 





Cupido era hijo de Venus y de Marte. Lógico que del amor y de la guerra naciera ese niño travieso que nos dispara flechas y,  cuando acierta, provoca que nos enamoremos perdidamente. A Cupido lo vemos por todas partes en San Valentín, una de las numerosas fiestas comerciales que salpican nuestro calendario.

Muy pronto celebraremos, o no, el día de San Valentín, de cuyo origen se podría hablar en otro momento. En esta ocasión os quería recordar que para esa fiesta no es necesario gastar dinero en un regalo, basta con escribir una nota, tarjeta o, ya puestos, una carta de amor, dirigida a la persona por la que suspiramos, esa que da sentido a nuestra vida, por la que bebemos los vientos, que quita el sentío, que…, bueno, ya me entendéis.

Hay quienes pensarán que una carta de amor es algo pasado de moda, tan anticuado que ni sus abuelos las escribían. Más les valdría indagar un poco en el baúl de los recuerdos familiar. Seguramente no imaginamos a personas serias, de fuerte personalidad, ocupadas en asuntos de estado, guerras y otras tediosas cuestiones políticas, dirigiendo una de esas misivas a su ser amado. Pues os voy a demostrar que algunos de esos grandes personajes que han pasado a la Historia por haber protagonizado un período determinado, también tenían su corazoncito y se las arreglaban para sacar tiempo y escribir unas líneas a su amada. Unos con más acierto que otros, como podréis leer a continuación.

Napoleón Bonaparte (para leer una sencilla biografía os recomiendo https://www.biografiasyvidas.com/monografia/napoleon/ ), sí, ese mismo, el general, el primer cónsul, el emperador, escribió algunas fogosas misivas a su esposa Josefina, en otras se mostraba celoso y algo enfadado,  como en esta que sigue:

 “Verona, 13 de noviembre de 1796

 Ya no te amo: al contrario, te detesto. Eres una fea, una ingrata, una estúpida, una desgreñada. Ya no me escribes; ya no amas a tu marido. ¡Sabes el placer que tus cartas le producen y no le escribes más que seis líneas trazadas al azar! ¿Qué hacéis señora durante todo el día? ¿Quién puede ser ese maravilloso, ese nuevo amante que absorbe todos vuestros instantes, tiraniza vuestros días y os impide acordaros de vuestro marido? La verdad es, mi buena amiga, que me tiene inquieto el no recibir cartas tuyas. Escríbeme pronto cuatro páginas y llénalas de esas amables frases que inundan mi corazón de sentimiento y de placer. Muy pronto te estrecharé entre mis brazos y te cubriré de besos ardientes como el clima del Ecuador.

                                                                                                                                 Bonaparte”.

Karl Marx, el de Manifiesto comunista, El Capital, etc., también le daba a la estilográfica para algo más que para hablar de las injusticias del capitalismo y la sociedad burguesa (léase también su biografía en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/marx_karl.htm). Le dedicó estas palabras a su esposa Jenny von Westphalen:

 "Amor Mío: En cuanto nos separa un espacio, me convenzo enseguida de que el tiempo es para mi amor como el sol y la lluvia para una planta: lo hace crecer. Apenas te alejas, mi amor por ti se me presenta tal y como es en realidad: gigantesco; en él se concentran toda mi energía espiritual y toda la fuerza de mis sentidos. Sonreirás, mi amor, y te preguntarás que por qué he caído en la retórica. Pero si yo pudiera apretar contra mi corazón el tuyo, puro y delicado, guardaría silencio y no dejaría escapar ni una sola palabra.

                                                                                                                           Carlos"

 Y llegamos al siglo XX de la mano de un estadista muy conocido, el primer ministro británico, Sir Winston Churchill  (https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/churchill.htm ) , con su kilos de más y su puro,  también escribió cartas de amor a su esposa Clementine, el amor de su vida:

"Mi querida Clemmie: 

 En tu carta desde Madras me escribiste algunas palabras muy queridas por mí, sobre cuánto enriquecía tu vida. No puedo expresarte qué placer me dio esto, porque me siento siempre de forma aplastante tu deudor, si puede haber cuentas en el amor.... Lo que ha sido para mí vivir todos estos años en tu corazón y compañerismo ninguna frase puede transmitirlo. El tiempo pasa velozmente pero, ¿no da felicidad ver cuán grande y creciente es el tesoro que hemos recolectado juntos, en medio de las tormentas y de las tensiones de tan agitados y en cantidad trágicos y terribles años?

                                                                                    Tu amante esposo.

                                                                                    Enero 23, 1935"

En este peculiar mundo de lo epistolar, no escribían solo los hombres, también mujeres del arrojo de Frida Kahlo (podemos leer la biografía breve en  https://www.museofridakahlo.org.mx/es/frida-kahlo/), la pintora mexicana,  que le dedicó esta  cromática carta a  su amor, Diego Rivera, también pintor:

 "Nada comparable a tus manos ni nada igual al oro-verde de tus ojos. Mi cuerpo se llena de ti por días y días. Eres el espejo de la noche. La luz violeta del relámpago. La humedad de la tierra. El hueco de tus axilas es mi refugio. Toda mi alegría es sentir brotar la vida de tu fuente-flor que la mía guarda para llenar todos los caminos de mis nervios que son los tuyos.

Mi Diego: espejo de la noche. Tus ojos espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos. Todo tú en el espacio lleno de sonidos, en la sombra y en la luz. Tú te llamarás Auxocromo, el que capta el color. Yo, Cromoforo, la que da el color. Tú eres todas las combinaciones de números. La vida. Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento. Tú llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz".

Y para las personas que tengan alguien especial a la que dedicar unas palabras por San Valentín, aquí les dejo una postal antigua para imprimir y rellenar. ¡Escribid unas bonitas palabras a quién tenga la llave de vuestro corazón!


Comentarios

  1. El amor nos transforma, nos hace valientes y eternos....
    nos iguala. Gracias por estos textos, María Jesús

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  2. Qué placer descubrir estas joyas. Gracias Mª Jesús!

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